Rivales entre las estrellas

Jamie era un joven soñador que anhelaba el día en que alcanzara la mayoría de edad y finalmente pudiera seguir los pasos de sus padres, ambos reconocidos exploradores del mundo. Desde pequeño quedó encantado con las historias de sus expediciones, imaginándose explorando planetas desconocidos y enfrentando los desafíos del universo. Su determinación fue inmensa y, desde temprana edad, se dedicó a sus estudios con fervor.

Sin embargo, a pesar de su dedicación y pasión, la realidad no siempre fue tan amable. Cuando llegó el momento de aplicar lo que había aprendido a situaciones prácticas, Jamie a menudo se quedaba atrás. Su físico sencillo, que no se correspondía con la imagen idealizada de un explorador fuerte e intrépido, acabó siendo un obstáculo.

Jamie estaba convencido de que su destino dependía de su ingreso a la Academia de Viajeros Espaciales, el lugar donde podría desarrollar sus habilidades al máximo y, en última instancia, alcanzar la cima de su potencial. Pero sabía que el camino para llegar allí sería arduo. Las exigencias de la academia eran inmensas y la competencia feroz. Y entre los competidores estaba Allie.

Allie era la personificación de la competitividad. Desde que se conocieron, se propuso demostrarle a Jamie que era mejor en todo. También soñaba con convertirse en una gran exploradora, pero a diferencia de Jamie, su talento físico y su mente aguda la ponían constantemente en ventaja.

Los dos todavía estaban en la escuela secundaria, pero sabían que pronto comenzaría el verdadero viaje. Y cuando llegara ese momento, tanto Jamie como Allie estarían preparados para afrontar los retos que el universo les tenía reservados. Sus destinos estaban a punto de cambiar para siempre, y cada uno de ellos haría cualquier cosa para asegurarse de que su estrella brillara más en el firmamento de las estrellas.