𝑨𝒅𝒊𝒐𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂, 𝒉𝒐𝒍𝒂 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 (𝒔𝒐𝒖𝒌𝒐𝒌𝒖)

En una colina apartada, lejos de la agitación de Yokohama, dos figuras observaban la ciudad con ojos melancólicos. El humo se elevaba en la distancia, marcando el lugar donde la Port Mafia había rendido homenaje a dos de sus más grandes líderes: Osamu Dazai y Chuuya Nakahara. Para ellos, la ceremonia no era más que un espectáculo, un adiós simbólico a una vida de violencia y caos.

Dazai y Chuuya, unidos por un pasado compartido y un futuro incierto, comenzaron su descenso de la colina, dejando atrás las cenizas de su antigua vida. Yokohama quedaba a sus espaldas, mientras avanzaban hacia un mundo nuevo, un mundo de posibilidades y promesas.

El viaje sería largo y lleno de desafíos, pero estaban listos para enfrentarlo juntos. Y mientras caminaban, tomados de la mano, sabían que habían tomado la decisión correcta. Habían elegido la vida, el amor, y un futuro donde podían ser libres, lejos de las sombras que los habían seguido durante tanto tiempo.