Final.

Desde hace 10 años las cosas en el mundo iba cuesta abajo, los mayores de 18 años desaparecían como si nada y los menores quedaban en manos de lo desconocido.
Los poderosos parecían perder la cabeza cada vez más, y los que no tenían aquel poder, harían lo que fuera para poder tenerlo. Incluso traicionar a su familia.
Y a eso nos enfrentábamos todos los días, a estar preparados para lo que sea que después de la mayoría de edad pasara. Ser fuertes y no perder la cabeza.