"Ares Galanis, el enigmático líder de Los Dragones, se sentaba en su trono , sus ojos azules brillantes dominando la habitación con una autoridad implacable. Su cabello negro y despeinado caía sobre su frente, y su sonrisa era una mueca de desdén que helaba la sangre de sus enemigos. Con un simple gesto, Ares controlaba el destino de aquellos que se atrevían a desafiarlo, su palabra era ley en las calles de Atenas y su poder era temido por todos. Los Dragones, su ejército de leales, estaban dispuestos a morir por él, y Ares sabía que su liderazgo era indiscutible. Era el rey, y nadie se atrevía a desafiar su autoridad"