Un cuidador de almas se encuentra una noche a dos amantes danzando sobre la Luna. Es tan fuerte su unión, que el anciano no es capaz de atarlos con uno de sus hilos rojos. En su lugar, les envía un columpio a la Tierra que les una eternamente a través de las raíces bajo sus pies. Un columpio que los vio crecer, enamorarse, despedirse y quién sabe, tal vez reencontrarse.