Este brevario explora temas de desesperanza, sufrimiento y la inevitabilidad de la muerte. El lenguaje sombrío y melancólico refleja un estado de ánimo profundamente pesimista, donde el pensamiento está atrapado en la oscuridad y el alma se desvía hacia caminos sin salida. Las metáforas utilizadas, como "cadenas" y "sendas quebradas", refuerzan la sensación de una vida marcada por el dolor y la tristeza, sin posibilidad de redención o alivio.
Las memorias se presentan como un peso insoportable que dobla y oprime el alma, mostrando cómo el pasado doloroso continúa afectando el presen
El libro también ofrece una reflexión sobre la inutilidad de buscar consuelo en las palabras del autor, ya que su obra es un espejo sombrío que solo refleja el dolor y el temor. La ausencia de esperanza se subraya en la idea de que no hay redención, lo que sugiere una visión del mundo en la que la vida es una cadena cruel sin escapatoria.
Finalmente, El Autor sugiere que el destino inevitable de cada persona es la muerte, un fin solitario que resuena en cada verso de los pormad. En conjunto, este libro es una meditación oscura sobre la naturaleza del sufrimiento humano, la inescapabilidad del dolor y la muerte, y la falta de consuelo en un mundo lleno de sombras.