Nadie dijo que el amor sería fácil.
Y quien mencionó tan famoso dicho "El amor todo lo soporta", nunca había conocido a Marcus, mi expareja.
Decir que aguanté mucho sería poco. Sé que no fui perfecta, pero tampoco me convertí en estos años de relación, en la maldita bruja malvada como para merecer sus palabras que se enterraron en lo más profundo de mi corazón y cerebro, o sus acciones que me hicieron cuestionar y preguntarme si lo amaba más a él que a mí misma. Por ello, he tomado mi decisión y lo dejé, me daré el tiempo y el espacio que me merezco para reconstruir y encontrarme con la mujer que dejé se ser por complacer a los demás... ¿El problema? Mi mejor amigo, Maurizio D'Angelo, no solo le bastó con volver de forma repentina, justo cuando mi relación ya no daba para más, sino que también tenía que ser él quien me encontrara en ese baño cuando el trago era tanto que se borraron las líneas y pasaron cosas... cosas que por vergüenza fingiré que no pasaron, o al menos eso quiero hacerle creer ¿lo lograré?
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?