Kuroo tiene una debilidad extrema frente a su mejor amigo, y sería un gran problema para él si es que no fuese un sentimiento ignorado desde que era un niño. Jamás había deseado protagonizar la mirada de alguien hasta que ambos se volvieron cercanos, pero consideraba aquello algo un poco confuso; un sentimiento ambiguo del cual no se guiaría hasta que Kenma realmente le demostrara que de hecho, él si lo amaba. Sus sentimientos perdidos en una amistad sin parametros se ven camuflados pero no lo serían más tras un beso apasionado al finalizar uno de los partidos más importantes del torneo de primavera.