Es cada vez más habitual que los estudiantes se vean en la situación de tener que compaginar trabajo y estudios. Ya sea para poder costearse su educación, apoyar a sus familias, obtener un ingreso extra para sus necesidades o simplemente para adquirir experiencia laboral, esta realidad se ha convertido en algo muy común en el entorno estudiantil, especialmente en países donde las tasas de matrícula y el costo de vida son elevados.