Era 1968, un año que para muchos marcó el inicio de una era revolucionaria en más de un sentido. Para mí, sin embargo, fue el año en que papá trajo de Estados Unidos un disco que cambiaría mi vida: "Revolver" de Los Beatles. Recuerdo la emoción al verlo por primera vez, el vinilo reluciente aún sin tocar, y cómo ese mismo día, lo pusimos en el Winco para escucharlo.