El buzón de lo imperecedero

¿Qué era aquel extraño artefacto metálico? ¿De dónde provenía?

Nadie lo sabía con certeza.

Sin embargo, los rumores y teorías sobre él se esparcían por toda la zona de Tierra de Campos

Algunos afirmaban que el buzón no era un buzón en absoluto, sino un tesoro maldito dejado por antiguos enemigos de la región, destinado a traer mala fortuna a su gente durante varias generaciones. Otros, en cambio, consideraban que su llegada a los campos de Mayorga era un milagro, "un obsequio divino" según palabras de los antiguos pobladores.
En cambio, para los historiadores, el origen del objeto parecía trivial. No había forma de validar los mitos que rodeaban a un simple buzón, aparentemente inservible.

En los días venideros, nadie sería capaz de confirmar o desmentir las leyendas, a excepción de la verdad innegable: el buzón ya estaba allí cuando los primeros habitantes llegaron para construir una pequeña villa, que años más tarde, daría lugar al Mayorga de calles empedradas y estructuras complejas.

En algún momento de la historia, dos jóvenes enamorados, ajenos a los rumores sobre la fortuna y la desgracia asociadas al buzón, decidieron confiar su historia de amor a ese objeto. Como una promesa, lo proclamaron como la reliquia que los uniría a pesar de la distancia.

¿Pero quién podría haber imaginado su verdadero propósito en este mundo?