Rebeca ha alcanzado todo lo que siempre soñó. Con la titularidad y la capitanía en el club de su infancia, y un novio que la adora, parece que ha logrado todo lo que quería. Sin embargo, lo que parecía un sueño perfecto comienza a tambalearse con la llegada de Laia, una jugadora proveniente del máximo rival, dispuesta a desafiar su posición y arrebatarle su titularidad.
Laia, a pesar de tener una infancia marcada por el dolor, con un padre fallecido y una madre atrapada en el alcohol, ha encontrado en el fútbol su refugio y su pasión. Su habilidad en el campo es impresionante, pero su entrada en el equipo amenaza con arruinar todo lo que Rebeca ha logrado hasta ahora, creando una nueva rivalidad.
Pero cuando un torneo importante las obliga a compartir habitación, sus vidas dan un giro inesperado. ¿Lograrán superar sus diferencias o el odio entre ellas se profundizará aún más?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.