En el pintoresco "Distrito de las Geishas" de la ciudad imperial de Hakushiro, Min YoonGi, un joven de cabellos cenizos y ojos aguamarina, ha aprendido a desenvolverse en un mundo donde la belleza y la pureza lo son todo. Criado en la casa Ishika, con una deuda eterna, se ha visto obligado a esconder su verdadero ser bajo una fachada de dulzura y sumisión. Vestido como una mujer, trabaja en lo que puede y sirve a quien le ordenen, con una única meta en mente: sobrevivir.
Una noche, un renombrado samurái, Kim TaeHyung, conocido por su destreza en combate y su implacable orgullo, llega al distrito. Sorprendentemente, rechaza a todas las geishas y fija su mirada en el pálido y delgado joven. Cuando el guerrero se abre paso en su vida como una espada atravesando un cuerpo, YoonGi se enfrenta a una batalla interna entre el deber y el deseo.
¿Dejarse arrastrar por la tormenta apasionada que representa TaeHyung y sucumbir al placer que trae consigo, o rehuir la obsesión peculiar del samurái y salvarse a toda costa?
✦ COMISION: @mfracaro
✦ Inspirado en la canción de Lana del Rey, "Born To Die".
✦ Smutt, +18.
✦ Drogas, relaciones sexuales bruscas y no consensuadas, violencia y lenguaje vulgar, prostitución y trata de personas. ¡Leer con esto en mente!
✦ Época antigua.
✦ No se acepta ningún tipo de adaptación.
-¿Quién es mi Omega? -gruñó Harry, su voz grave, ronca, con un filo de amenaza en cada palabra.
Draco no respondió de inmediato, su orgullo luchando contra su cuerpo.
Entonces un dedo lo rozó justo ahí, provocándole un espasmo que lo dejó sin aire. El Omega gimió, desarmado, empapado, rendido.
-Te hice una pregunta -volvió a gruñir Harry, esta vez más cerca de su oído-. Sé sumiso... sé mío.
Draco lo miró con los ojos empañados, temblando, resistiéndose... pero sus caderas ya se movían buscando más.
-Tú... tú eres mi Alfa -susurró por fin, derrotado en el único lugar que aún se negaba a rendirse: su voluntad.
-Dilo bien -le exigió Harry, mientras con una caricia lenta y tortuosa lo volvía a hacer gemir.
Draco chilló bajito, su cuerpo perdiendo el control.
-¡Soy tu Omega! -gritó, aferrándose al cuello de Harry, arañando su espalda-¡Tuyo, solo tuyo!-
Harry lo gruñó entonces, satisfecho, su alfa rugiendo de placer por oír lo que tanto ansiaba.
-Eso está mejor -dijo con una sonrisa oscura-Ahora sé un buen Omega... y quédate exactamente así.
La verdadera tortura apenas comenzaba.
Y Draco lo adoraba.