"El primer hijo del gran villano era un espectáculo digno de contemplar, su figura atlética y alta y su rostro impecable, sus ojos eran de un color carmín profundo y cautivador, y su cabello rubio enmarcaba sus rasgos a la perfección. [...] Adelheid todavía podía sentir su mirada que estaba constantemente sobre él, podía notar el efecto que estaba teniendo sobre ella, a pesar de su expresión estoica y movimientos tranquilos..."