El Enigma del Caos
En un mundo donde los héroes y villanos luchan por el equilibrio, dos figuras emergieron como leyendas: Eris, la villana más intrigante, y Tomura Shigaraki, el temido líder de la Liga de Villanos.
Eris, con su cabello morado y ojos violetas, era un enigma. Su don, el "Caos", le permitía desgarrar la realidad misma. Pero también la condenaba a la soledad, pues aquellos que se acercaban a ella eran arrastrados hacia el abismo de la locura. Nadie sabía su verdadero origen ni sus motivaciones.
Tomura Shigaraki, por otro lado, era el terror personificado. Su piel pálida y manos desgarradas eran su sello distintivo. Su don, el "Deterioro", desintegraba todo lo que tocaba. Había matado sin piedad, dejando un rastro de destrucción a su paso. La sociedad temblaba ante su poder.
Un día, sus caminos se cruzaron. Eris, intrigada por la leyenda de Tomura, lo buscó. Se encontraron en un callejón oscuro, rodeados de sombras. Sus ojos se encontraron, y ambos sintieron una extraña conexión. ¿Qué secreto compartían?
Eris reveló su historia: una niña huérfana, abandonada por su familia debido a su don. Tomura, sorprendido, compartió su pasado: un niño maltratado por su propio padre, hasta que All For One lo rescató y lo crió como su sucesor.
Juntos, exploraron sus dones. Eris podía alterar la realidad, mientras Tomura desintegraba todo. Descubrieron que sus poderes eran dos caras de la misma moneda: creación y destrucción. ¿Por qué estaban conectados de esa manera?