"Han pasado cuatro largos años desde que decidí dejar atrás todo lo que una vez conocí. Aquel tiempo de incertidumbre, miedo y dolor quedó en el pasado. Ahora, estoy en un lugar donde por fin encontré paz y una vida estable junto a mi pequeño...bueno, ya no tan pequeño. Seojun tiene 9 años y verlo crecer ha sido la mayor alegría que he experimentado. Lejos de todo lo que nos hizo daño, construimos una vida donde solo hay espacio para sonrisas y amor verdadero. Pero, ¿puede el pasado realmente quedar atrás? Cuando los recuerdos tocan a la puerta, a veces es imposible ignorarlos."