Erik está sumergido en la oscuridad desde que perdió al amor de su vida de forma trágica, dice que para él, el amor ya pasó por su vida y que no volverá a sentirlo de la misma manera, por lo que está cerrado a encontrar uno nuevo. Han pasado años de aquel fatídico día, en el que no solo su vida cambió para siempre, sino que de muchos otros involucrados no volvió a ser lo mismo.
Ahora siendo un hombre adulto y maduro, está al frente de una de las mafias más letales y efectivas que existen, internamente apodados "Los chicos de la Arena" con solo nombrarlos ya son temidos. Su lema la familia es lo primero, no tienen contemplación para con quién tenga la osadía de meterse con ellos.
En la corporación Hayes dónde manejan parte del capital legal, Erik deberá instruir a la recién llegada Indy, quién tuvo que tomar el puesto que le ofrecía Fiodor, la tensión entre ambos comienza apenas cruzan miradas, por lo que sale a flote el comportamiento grosero y altivo de Erik con Indy quien desde el comienzo es dulce y educada. Al aumentar la tensión por el comportamiento de Erik, Indy comienza a mostrar que la serenidad no es solo su fuerte, sino que tiene mucha más ferocidad de la que deja ver.
¿Enamorarme?
No está en mis planes.
Pero supongo que la vida a veces es jodidamente graciosa enviándome complicaciones que no necesito.
¿Cómo resistirme a Indyla Roubba?
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?