carnada

《Ella lo iba a matar. Esa noche acabaría con su padre. Le haría pagar por años de abandono, de soledad, de la ausencia de una figura paterna en su vida. Tenía el corazón ardido como un carbón: aplacado, taciturno, sin presumir el calor que amarraba por dentro. Pero es que la cautela era primordial en su misión. Aquel hombre, austero y petulante de acento refinado, no poseía la más remota idea de estar cenando junto a su hija.》