Entre acordes y recuerdos

Liam tenía 20 años y había pasado los últimos cinco años de su vida junto a Mateo, quien no solo había sido su novio, sino también su mejor amigo desde la infancia. Su conexión era profunda, entrelazada con recuerdos, sueños compartidos, y un amor que parecía indestructible. Pero la vida, con sus giros inesperados, los había llevado a separarse, dejando a Liam en un mar de incertidumbre, sin saber cómo reconstruir su vida sin él.

En su doloroso viaje de sanación, Liam comenzó a explorar nuevas facetas de sí mismo, buscando respuestas en lugares donde nunca antes había mirado. Fue en uno de esos momentos, en una pequeña sala de conciertos local, donde conoció a Zayn, un guitarrista apasionado que tocaba en una banda emergente. Zayn era todo lo que Mateo no era: libre, despreocupado, con una energía que parecía contagiar a todos a su alrededor. Su vida giraba en torno a la música, y su visión del mundo era tan diferente a la de Liam que, por primera vez en mucho tiempo, él sintió que podía respirar de nuevo.