Mandy era normal, una chica linda (aunque fastidiosa) como cualquier otra, aunque tenía un fetiche un tanto extraño, no tanto a su parecer, pero su excitación venía de parte de su compañero de trabajo, Chester. No era un tipo de deseo "común", a ella le gustaba verlo sumiso, de forma en la que estuviera a su completa merced, y muy especialmente, que ladrara para ella como un buen chico.All Rights Reserved