Martin encuentra en internet una oportunidad única: mudarse a Madrid para vivir en la casa de un anciano solitario a cambio del pago de una pequeña renta y compañía. Paco, un hombre gruñón y reservado, no tiene interés en compartir su espacio e intenta deshacerse de él. Juanjo por su parte, visita a Paco casi a diario, cumpliendo con la promesa hecha a su madre de echarle un ojo al antiguo amigo de su abuelo; aunque no admita cuánto disfruta pasando su tiempo con el mayor. Los dos jóvenes se van descubriendo, mientras Paco se convierte, sin quererlo, en el hilo conductor que los lleva a enfrentar su pasado y replantearse su futuro.