❝Las almas gemelas no necesitan despedirse, porque siempre vuelven a encontrarse❞ Y cuando el último grano de arena cayó del reloj, el prometido reencuentro sucedió. No tuvieron que buscarse, porque las almas gemelas se reconocen incluso mucho antes de siquiera encontrarse. El camino ya estaba trazado. El reencuentro ya estaba pactado. Y el pequeño hilo rojo que pendía de sus meñiques, se tironeó con fuerza cuando sus ojos se encontraron. Nota: Esta es la continuación de Blue Blood, donde se relató la historia de Moon Minah y los Siete hasta que llegaron a este punto. El punto de reencuentro.