Liam Gallagher, un adolescente de 15 años nacido y criado en una familia ultra católica. Un domingo cualquiera, vio a dos chicos que estaban tomando estupefacientes a la salida de su parroquia. Liam, confundido y aterrorizado decide huir, con la mala suerte de que uno de ellos fue tras él para poder tranquilizarle