La piña rosada, desarrollada en Costa Rica, es uno de los avances más emocionantes en la agrobiotecnología de los últimos años. Esta fruta transgénica, que destaca por su vibrante color rosado y su sabor más dulce, es el resultado de 17 años de investigación y una inversión de 20 millones de dólares. El secreto detrás de su llamativo color es el alto contenido de licopeno, un antioxidante natural que también se encuentra en tomates y sandías. Pero la piña rosada no solo es atractiva por su apariencia; también ofrece beneficios nutricionales mejorados, lo que la convierte en una opción saludable para los consumidores.