Hoy estabas vestida con un gorro de orejitas, eras bastante tierna. Creo que jamás pasé tanto tiempo mirando a alguien y eso me asusta. Puedo mirarte durante horas y no cansarme de ti jamás. Mi casa pasó de ser mi hogar a mi ruina. Este dato no tiene importancia para ti, a menos de que recuerdes el día de hoy. Tú me acompañaste hasta casa. En mis pensamientos, claro está. Espero con ansias el día en el que pueda tocarte, acariciarte y decirte lo mucho que me gustas. Por ahora seguiré siendo L, un loco enamorado. te metiste bajo mi piel y tu tinta es permanente. Te amo, L.