Lara lleva meses sin pintar. Lo que antes era su único escape de una familia que nunca la entendió, ahora está abandonado tras el armario, cubierto de polvo. Tras romper con lo que la ataba, se encuentra atrapada en un torbellino de dudas y emociones que no puede ignorar. Desesperada por redescubrir su camino artístico, Lara vuelca toda su angustia en un lienzo que se convierte en uno de los más brillantes de su carrera. A través de su viejo amigo Joaquín, dueño de una exitosa galería de arte, conoce a Alejandro, un hombre enigmático con el que choca desde el primer encuentro. Alejandro, acostumbrado a la superficie de las cosas y a mantener una distancia calculada, se encuentra desconcertado por la intensidad que Lara proyecta. Mientras Lara lucha por equilibrar su pasión, el dolor de una ruptura y la presión de su familia, descubre que su relación con Alejandro se convierte en un enigma complejo, lleno de matices y contradicciones que desafían sus expectativas y emociones.