Es fácil perderse en la narrativa de nuestra vida, siguiendo nuestras metas, persiguiendo un fin esperando obtener la felicidad con él, olvidando disfrutar del proceso. Sumiéndonos en la insatisfacción de nuestro día a día, anhelando algo que podríamos conseguir en el aquí ahora, solo hace falta ver frente a nosotros, estar con el otro en el aquí y el ahora. Solo hace falta un día nublado, un poco de lluvia, una taza de café y la oportunidad de ver un poco más allá, encontrando en los pequeños detalles, los pequeños momentos, lo que viene a ser un instante que puede cambiar tu vida.