-Charlotte, te amo.
-... ¿Eh?
Al abrir los ojos, me di cuenta de que había poseído a la temida villana de la novela que escribí, y esto justo después de haber lavado el cerebro al protagonista masculino.
¡Qué locura! No quiero besar al protagonista masculino, ¡esto es un pecado!
Para asegurar la paz y felicidad de mis protagonistas, y encontrar una manera de regresar a mi mundo, huí al territorio ducal de Lucifenia, el más lejano de la capital.
El problema es que...
-Hola, bruja.
-...
-Bienvenida a tu tumba.
... El señor de esta tierra siempre está esperando la oportunidad de matarme.
-¿Podrías darme solo un año más de vida?
-¿Por qué debería hacer eso?
-Porque solo yo puedo ayudar al Duque.
-Todavía eres sospechosa. Debo matarte.
-¡Maldita sea!
¡Ay, el hijo ingrato me matará!
Después de mucho persuadir, conseguí un año de prórroga. No quería morir, así que usé todos los medios que conocía para ayudar al Duque.
Revitalicé el territorio y también encontré contra quien buscaba venganza. Cuando pensaba que había sobrevivido y que pronto regresaría a mi mundo...
-¿Vas a irte? ¿Quién te ha dado permiso?
-Fue lo que prometimos desde el principio.
-Lo siento, pero no quiero dejarte ir.
-...¿Qué?
-Si te hago algunos cumplidos, ¿te quedarás?
Se acercó a mí con una sonrisa seductora.
-Dímelo. Estoy dispuesto a besar tus pies.
Espera un momento. ¡¿Por qué me estás mirando así...?!
¿Podrá Charlotte resistir la tentación del hijo ingrato y regresar a salvo?
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?