Ani, tras envejecer, decide relatarle su vivencia de su juventud a su nieto, quien apenas está comenzando a experimentarla. Ani en su juventud sufre tanto de amor como de mal de amor. Al elegir mal, le toca sufrir un amor manipulador y no sabe cómo salir de esa relación. Pero Alex está al lado de ella esperando a que algún día ella decida voltearlo a ver y amarlo.