La oscuridad era una característica nocturna poco apreciada en un lugar como el Área, donde los constantes gemidos de los Penitentes hacían temblar a más de uno. Sin embargo, esa noche en particular, Lu encontró el silencio reconfortante; ni siquiera los ronquidos de Alby podían alterar su paz.
Aunque la Enfermería era el último lugar en el que querría estar, en ese momento, podría pasar años ahí sin quejarse. No era por algo, sino por alguien en especifico. Él.
-Deberías ir a dormir, Lu -dijo Newt rompiendo el silencio, en sus ojos no solo se reflejaba el agotamiento físico, sino también una preocupación genuina.
Lu, que hasta ese momento se encontraba absorta en los mechones dorados que caían sobre la frente de Newt, en las líneas de expresión que se formaban cuando levantaba levemente las cejas, en la forma imprecisa de sus cejas poco pobladas, en el largo de sus pestañas, y en los dos lunares debajo de su ojo izquierdo, además de la punta de su nariz, siempre roja por alguna razón, se vio obligada a regresar bruscamente a la realidad. Parpadeó un par de veces, apenada.
-¿Qué? -murmuró removiéndose con incomodidad en su silla-, ¿Cómo has dicho?
Newt soltó una risa, ignorando el rubor que comenzaba a teñir las mejillas de su doctora. Justo eran esos momentos los que le llenaban el pecho con emociones alejadas al miedo y la desesperanza, claro que jamás lo admitiría en voz alta, pero por las noches era un pensamiento recurrente.
-Deberías ir a dormir -repitió, reteniendo su cálida mano entre las suyas-, estaré bien, Lu. Solo tuve un ataque de... ansiedad.
Restarle importancia a un problema tan recurrente solo hizo que Lu se sintiera más adherida a su asiento.
_____________
Este es un fic sobre un "triangulo amoroso", hay escenas fuertes y espero que sea corto, aunque aun no he definido la extensión de la historia.