El sonido de cajas siendo arrastradas resonaba en el pasillo del nuevo edificio de apartamentos mientras una mujer, con su pelo castaño revuelto y dos niñas pequeñas agarradas de sus manos, se dirigía hacia la puerta de su nuevo hogar. La mudanza había sido un desafío, pero también una oportunidad para empezar de nuevo después de un pasado difícil. [...] La mudanza estaba en pleno apogeo, y el nuevo capítulo en la vida de esta mujer y sus hijas apenas comenzaba. Entre cajas por abrir y la curiosidad que bullía en el pasillo, el edificio parecía ser más que solo paredes y puertas. ¿Qué les depararía este nuevo vecindario? Solo el tiempo lo revelará.