En una vieja choza vieja y oculta en el corazón del bosque, Ayla y su abuela se dedican a un propósito clandestino: ayudar a las mujeres maltratadas de prostíbulos que llegan solas y asustadas, arriesgando todo para interrumpir un embarazo no deseado. Muchos en el pueblo las acusan de brujas. Las mujeres que arriesgan su vida abortando, saben que es el único rincón del mundo dónde encontrarán ayuda.
Una noche Ayla sigue a su abuela en secreto por los senderos oscuros del bosque, pero lo que Ayla ve la deja paralizada. Su abuela, junto a un altar de piedra, parada enfrente de un íncubo ofreciéndole un alma inocente, a cambio de protección para la madre.
En un instante, él la ve, la atrapa y la marca como suya. Desde ese momento, Ayla llevará la huella del deseo y la oscuridad en su piel, enfrentándose a un destino del que ya no puede huir.