A veces, me siento mal. Solo quiero correr e irme a un lugar, pero, no cualquiera uno donde estés tu y tus brazos me abracen, me apapachen fuerte, así como, esa primera vez lo hicieron, dónde se acercaron tu corazón y el mío y sintieron tantas emociones que seguramente fueron mutuas. Esa cercanía en ese momento fue especial, desde allí no deje de pensarte y comenzó todo. La imaginación fue volando cada vez más, era frecuente nuestra cercanía, que de un momento a otro, ya era parte de mi rutina, pero si solo de la mia, porque en la tuya yo no existia... Solo caí en tu juego y ahora que hago con esto me lo trago y sigo no pasa nada, luego apareces de nuevo y subes mi ego para echarlo al piso, causando una confusion que no entiendo, el porque te niegas a querer, demostrar, sentir. Si eres libre o solo es mi imaginación y ganas de que me mires. Caigo de nuevo, y me pregunto ¿cuando terminará esto? es tan eterno. Luego pienso, que sufro porque quiero, porque más allá de las barreras me esperan buenos frutos, pero tengo que dejarte ir y lo hice me atreví. Y otra vez tu indiferencia me dejó claro que soy alguien con quien quisieras estar, pero no alguien que te gustaría tener. Porque solo quien quiere de verdad tiene el valor de mostrarse como realmente es.
Haru fue el villano de una historia cliché donde es el esposo de Dimitri Volkov el CEO de una prestigiosa compañía, pero cuando Dimitri se enamora de su secretario, Haru termina siendo el villano de la historia al querer separarlos y al final, es Haru quien pierde todo.
Pero ahora, Naru, ha reencarnado en el desafortunado Haru y para poder vivir una vida plena sin perder nada, seguirá la trama hasta que el verdadero amor de Dimitri aparezca, entonces se divorciara y tomara el dinero que le corresponde para vivir tranquilamente, ¿Podrá seguir con su plan o acabará igual que el Haru de la novela?