Ingenuamente Charlie Morningstar, princesa del infierno, creyó que su pequeño revuelo en el infierno con los caníbales y la muerte del primer hombre no traería graves consecuencias. Lo que ella no sabia es que la muerte del primer hombre traería consigo horribles consecuencias, tanto para el infierno como para el cielo, pues su muerte desenterraría algo oculto en lo más bajo del infierno, además de traer al pecador.