El planeta Tierra está en una situación límite. Así lo ha expresado Antonio Guterres, secretario general de la ONU, quien ha advertido sobre la gravedad de la crisis climática. Con temperaturas globales que se acercan peligrosamente a superar los 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales, el futuro del planeta se presenta desolador si no se toman medidas inmediatas. Los efectos del cambio climático ya son evidentes: el aumento del nivel del mar, el derretimiento acelerado de los glaciares y los eventos climáticos extremos que han causado destrucción en todo el mundo. Guterres ha sido claro en su mensaje: la raíz del problema está en la quema de combustibles fósiles, y la solución pasa por una transición energética urgente. Sin embargo, Guterres también ha ofrecido un rayo de esperanza. Según él, aún es posible evitar lo peor de esta crisis si los líderes mundiales actúan con decisión. Ha propuesto un conjunto de medidas, entre ellas, la implementación de sistemas de alerta temprana para 2027 y el desarrollo de planes climáticos nacionales antes de 2025. El tiempo apremia, y la acción es más necesaria que nunca.