Cuando el célebre pintor Armand Delacroix es encontrado muerto en su estudio, la escena del crimen es tan inquietante como su última obra maestra. La pintura, aún fresca, muestra un reflejo exacto de su muerte: Armand yace en el suelo con una paleta ensangrentada a su lado, mientras en un espejo se refleja la figura borrosa de su asesino. La obra, titulada "El Último Espejo", desata una investigación que saca a la luz secretos oscuros en su familia y en el exclusivo círculo de la alta sociedad que él frecuentaba.