La casa de una familia de drillers adinerada pero, sin embargo, humilde, es ocupada por una familia de ladrones con escasos recursos (su sucio dinero se lo gastan, mayoritariamente, en drogas). Bajo las amenazas de esta, a la familia Montoya no le quedó de otra que convivir con ellos, pues les convenía a las dos familias. Katalina, la hija de los Montoya, detestaba específicamente al mayor de los hijos de la familia Mendoza, pues este siempre la trató mal. Pero quizás algo cambie entre ellos al verse obligados a colaborar para tapar varios crímenes...