En una isla consumida por la descomposición, donde la esperanza se disuelve en el aire, Murdoc ha cruzado el umbral del arrepentimiento y el amor. Cada latido del Cyborg, ya no hay vuelta atrás, el mar ha consumido la existencia y la podredumbre era un castigo, pues cada noche, los pies rojizos corren hacia el mar, dejando un rastro de óxido a su paso, permitiendo que el mar borre su humanidad.Creative Commons (CC) Attribution