James sabia que ella sería su destino, desde el principio de su existencia hasta el final, porque así lo quiso el universo. No podría haberle tocado un destino más hermoso, pero tampoco más doloroso. Tener que perderla y esperar vidas enteras para que renaciera era su castigo. Y lo peor de todo es que no fue él quien decidió este ciclo.All Rights Reserved
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