Toda mi vida fue un ciclo interminable de días iguales, atrapada en un cuerpo que apenas respondía. No podía moverme, ni siquiera hablar, solo existía. Lo único que me mantenía cuerda era una serie de televisión: The Vampire Diaries. Me la pusieron una vez y, sin poder evitarlo, la miré una y otra vez. Elijah era mi favorito, un vampiro tan elegante y lleno de misterio. Soñaba con esa vida, con escapar de mi realidad. Pero nunca supe cómo terminaba la historia. Morí antes de descubrirlo. O eso creía. Porque ahora, estoy en The Vampire Diaries. No como espectadora, sino como una Gilbert. Y esta vez, la historia es mía
9 parts