"Cuando cambias tu forma de pensar, cambias tu destino"
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Érase una vez, en un reino donde la magia y la nobleza coexistían, dos hermanas crecieron juntas como inseparables. Una de sangre real, la otra adoptada, pero unidas por un lazo más fuerte que la sangre: el amor fraternal. Sin embargo, cuando el trono escoge a la hermana adoptiva como futura heredera, el corazón de la otra se quiebra, y la envidia comienza a envenenar lo que una vez fue puro.
Dolida y llena de resentimiento, roba un antiguo amuleto mágico, un artefacto poderoso que guarda secretos oscuros y prohibidos. Con él, huye del reino hacia un mundo sin magia, decidida a olvidarse de todo... hasta que, años después, regresa. No como la niña que se fue, sino como una joven decidida a reclamar lo que cree que le pertenece: la corona.
Ahora, seis chicas se verán envueltas en esta historia de traición, magia y redención. Cuando los caminos del bien y del mal se cruzan, el destino del reino dependerá no solo del poder del amuleto... sino del poder del perdón.
En este mundo encantado, ser princesa no siempre es un cuento de hadas.
[En Pausa]
Dicen que hay mundos que han existido desde antes de que el tiempo tuviera nombre, reinos ocultos entre las sombras de la realidad, separados por barreras que solo unos pocos pueden cruzar.
Nueve mundos entrelazados por la sangre, el poder y la traición.
Nueve reinos marcados por una maldición.
Hace siglos, los dioses dejaron su legado en la tierra, ocultando entre los mortales a aquel que cambiaría el curso del destino. Una niña nacida con la marca de la profecía, enviada lejos antes de que pudiera comprender quién era realmente, donde el tiempo transcurre de manera distinta, donde la magia es solo un mito y las leyendas no son más que cuentos para dormir.
Pero la verdad no puede ser enterrada para siempre.
Cuando su esencia despierte, las puertas prohibidas se abrirán. Los mundos la llamarán. La verdad la alcanzará. Y en sus manos temblorosas y mortales, penderá el destino de todo lo que existe.
Los antiguos sabios sabían que la salvación no vendría de ejércitos ni de reyes. La profecía hablaba de un alma destinada a restaurar lo perdido o destruirlo para siempre.
Porque no todas las historias terminan con héroes venciendo a la oscuridad.
Algunas comienzan con una maldición.