Esta no es una historia de amor, es una historia sobre dependencia emocional, traumas, adicciones y sobre todo sobre el proceso de sanación y la importancia del mismo.
Cristian es un joven que con un futuro prometedor en el deporte, estudiante de odontología y de buena familia, pero es un adicto, nunca ha entrado a rehabilitación porque se apoya en su pareja, aunque sabe que tiene un problema no hace mucho para salir de ese alivio momentáneo que las drogas le ofrecen, de carácter amable y extrovertido que sirve como mascara para ocultar la presión de cumplir con las expectativas que su familia le tiene.
Luca es la pareja de Cristian, trabaja en un bar/restaurante familiar, amante de los libros, series y de la música, adicto a la nicotina, viene de una familia disfuncional lo que le llevo a intentar suicidarse tres veces, después de que le dieron de alta de un hospital psiquiátrico se hizo roomie de Cristian y vive con el desde hace dos años encontrando así por fin a alguien que le quiere y lo hace sentir bien, o al menos eso cree.