Las cartas que escribe Iván son íntimas y únicas, hilarantes y devastadoras. Puede qué no sepamos en dónde vive, ni a quien le escribe pero, poco a poco, iremos conociendo su mundo a través de ellas: la vida en la preparatoria, las primeras citas, los mixtapes, los dramas familiares y los nuevos amigos. Un mundo en el que solo es necesario dar con la canción perfecta mientras conduces para sentirte infinito.