La guerra había terminado, pero el verdadero dolor de Scarlett apenas comenzaba. Regresar a Hogwarts era su única oportunidad de recuperar algo parecido a la normalidad, aunque sabía que nada sería igual.
Cada noche, el hechizo que ataba su alma ardía en su interior, consumiéndola poco a poco. Sabía quiénes estaban detrás de ese vínculo, pero mantener el secreto era tanto una carga como una necesidad. Nadie podía saberlo, especialmente ahora que sus vidas seguían caminos diferentes.
En el tren, conoció a Theodore Nott. Había algo en su presencia que la desconcertaba, una mezcla de incomodidad y curiosidad que no lograba descifrar. Scarlett no podía evitar preguntarse si era uno de los efectos secundarios del hechizo, consecuencias que jamás le fueron explicadas y que ahora comenzaban a revelarse. Se sentía aterrada, sin saber qué más podría desatar ese vínculo prohibido ni cómo enfrentaría lo que estaba por venir.
"Algunos lazos están destinados a sanar, otros a romperte en pedazos."