Alara es una estudiante de Bellas Artes de 25 años. Lleva una vida normal, sin grandes altibajos. Está algo nerviosa porque es su último año de universidad, y también porque no confía en que su talento artístico vaya a dar muchos frutos en el futuro. Mientras tanto, hay un chico con el que ha coincidido muchas veces en el camino a la universidad. Para ella, fue un flechazo instantáneo desde el primer día que lo vio en la estación de Barcelona. La atención de Alara se vio aclaparada por él cuando lo vio, por segunda vez, en la misma parada de autobuses en la que ella esperaba para ir a la Universidad, en el mismo pueblo donde vivía ella.