Virgen de mi boca

A esa que me mira sólo de reojo y se va con todos aquellos que,
la toman por la facilidad de su cuerpo, es decir,
la toman porque no pesa su placer más de una hora o dos, dependiendo quién se la coja.

A esa que le llaman y le gritan ¡la gran puta! Como si fuese ella desgraciada,
Como si ser puta, perdón putísima, signifique no ser virgen nunca más.

Esa que cada vez que nos encontramos se cambia de nombre
como una invención de posiciones salvajes,
guarda conmigo, todavía, un lugar estrecho,
aún tiene, aun le queda algo de virginidad...

Esa puta, perdón, esa putísima,
Es virgen de mi boca,
Es más virgen de mis caricias,
Pero ella sabe bien, y muy bien conoce algo:

Yo no tengo casto el corazón,
porque único o no, ella penetró en él y así,
Me quitó la virginidad.

Esa puta sabe bien, que por ser ella "la primera vez"
Mi precio será el más elevado.
El costo de la vida quizá.

Hoy ella ya no es virgen de mi boca