-Es usted una rebelde sin causa, a decir verdad, Señorita Arendelle. -No. -¿No? -No. -¿Entonces? -Soy una rebelde con causa. -¿Y cuál es su causa? La platinada rió y se acercó a la puerta, cuando tuvo una mano en la perilla, la giró y se volteó hacia el profesor Frost. -Usted es mi causa. HOLA, HOLA, HOLA!:) Soy La Samper y creo que ya sabes las reglas, no copiar, no adaptar, no lectores fantasmas, y NO haters. Bai:3All Rights Reserved