El ensayo explora la experiencia personal del baile como una forma de expresión profunda, sensorial y universal. A través de una narrativa que combina lo emocional con lo sensorial, describe cómo el baile evoca en ella aromas, sabores y emociones, convirtiéndose en una manifestación que trasciende lo físico. También reflexiona sobre cómo el baile es interpretado de manera diversa por otras personas y la inteligencia artificial, resaltando su versatilidad y capacidad de transmitir sentimientos. El texto resalta que, a pesar de las diferencias en estilo y enfoque, el baile sigue siendo un lenguaje común que conecta a todos a nivel emocional y cultural.