El Gran Premio de Brasil 2022 resquebrajó la unión entre los pilotos estrella de Red Bull, dejando a Max consumido por la culpa y a Checo herido por la traición. La distancia entre ellos se vuelve insoportable para el neerlandés, quien en acto de desesperación antes de la carrera decisiva en Abu Dabi, se sincera con su compañero revelando un corazón arrepentido y vulnerable. El mexicano, a pesar de su profundo dolor, se siente conmovido por el sincero ruego de perdón de su compañero, abriendo la puerta a una reconciliación que estrecha su vínculo con algo que está muy lejos de ser simple amistad.
George Wolff nunca fue un alfa común, y Checo Pérez jamás quiso un alfa común.
Entre feromonas, cenas incómodas y muchas sorpresas, esta es la historia de un amor que nadie vio venir... ni ellos mismos.