La chica de los pantalones de Unicornio

Y allí fue donde la vi por primera vez a través de la ventana, su cara de pocos amigos haciendo contraste con sus pantalones de unicornio.
El colectivo avanza y la pierdo de vista, me giro hacia Nerea y expreso, quizás mi condena, me acabo de enamorar de una loca de los unicornios. Ella ríe pero sin creer en mis palabras.
Pero yo nunca había estado tan seguro de mis palabras, quizás estaba loquito pero lo sentí.